Uno
de los compromisos que han surgido en los últimos años en la rama inmobiliaria,
es la responsabilidad con el medio ambiente, de ahí que los criterios de
sustentabilidad ecológica sean preferentes a la hora de desarrollar una idea y por lo tanto se ha vuelto una misión
indispensable a cumplir para quienes desean crear nuevos paradigmas en el
ámbito de la industria de construcción de complejos.
Elementos
como la disponibilidad de agua, el manejo de residuos, el desarrollo
urbano, la infraestructura instalada, los diseños arquitectónicos compatibles y
el impacto ambiental y social se vuelven preferentes a la hora de desarrollar
una idea.
Es
importante destacar que existen normas a nivel nacional de edificación
sustentable, sin embargo, se utilizan únicamente como un sistema de evaluación
y no como reglas de facto, debido a que la disposición voluntaria pretende
inducir a la planeación urbana sustentable, según la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
En
México existen asociaciones sin fines de lucro que actúan como enlace que
vinculan a autoridades, sociedad e iniciativa privada para contribuir en la
creación de sistemas nacionales de certificación sustentable para diferentes
nichos del mercado.
Además,
existen certificaciones internacionales como la que otorga el Consejo de
Edificios Verdes de Estados Unidos ―USGBC por sus siglas en inglés (U.S. Green
Building Council)― quien evalúa y otorga puntuaciones al comportamiento
medioambiental que tendrá un edificio a lo largo de su vida útil.
El
sistema de evaluación depende de cada una de las cinco categorías existentes
que califican elementos como la ubicación y transporte, la eficiencia en el uso
de agua, innovación en estrategias de generación de energía, entre otras.
Las
categorías son: Diseño y Construcción de Edificios (Building Desing and
Construction), Diseño y Construcción de Interiores (Interior Design and
Construction), Operación y Mantenimiento en Edificios (Building Operations and
Maintance), Desarrollo de vivienda (Homes) y Desarrollo de suburbios
(Neighborhood Development).
Además,
existe un rango para cada certificación dependiendo del puntaje alcanzado que van
desde la pura Certificación LEED (40-49 puntos), Certificación de Plata
(50-59), Certificación de Oro (60-79) y Certificación Platinum (80+).
En
el año 2012, la Torre HSBC, por ejemplo, obtuvo la certificación LEED Platino
en la categoría O+M: Existing Buildings ―EBOM 1 (con un puntaje de 83 de 110)―,
convirtiéndose en el primer edificio en Latinoamérica en conseguir este
reconocimiento.
Como
podemos observar, contribuir a la mejora del medio ambiente al crear obras
sustentables debe ser un factor que tiene que prevalecer en la metodología y
procesos de quienes se atrevan a desarrollar nuevos proyectos inmobiliarios,
pues esto no solo mejorará el estatus de una empresa, sino que representará uno
de los grandes legados a las futuras generaciones.
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