Se le conoce con
el nombre de Morris, su aspecto es de las tradicionales columnas parisinas
míticas de estilosas vitrinas en las que se colocan anuncios publicitarios. A
simple vista pareciera un mobiliario urbano común que sirviera de estancia en
las paradas del bus, sin embrago, Morris posee la consigna de poder absorber
del aire la impureza que el CO2.
Dicho prototipo,
que aún está en estatus de mejora ha sido creado por la empresa Suez, con el
objetivo de dotar a estas antigüedades de una nueva función de gran importancia
para la salud pública y el bienestar de sus ciudadanos: descontaminar el aire
mediante el uso de microalgas.
Las nuevas
columnas Morris trabajan duro, aunque la tarea en realidad se lleva a cabo
gracias a una reacción bioquímica natural como es la fotosíntesis. Donde cada
una de éstas columnas tiene la capacidad de purificar el medio equivalente al
ejercicio de 100 árboles; éste producto aún está en vías de desarrollo y
supervisión, por ello se han implementado un par de prototipos en ciertas
explanadas parisinas de gran auge con el objetivo exclusivo de probar los
efectos purificadores en el aire.
Lo cual de resultar positivos, entonces se procedería a incrementar
su presencia y funcionalidad para continuar dentro de este largo y complejo
proceso de prueba, error y corrección que conduzcan en un futuro, no muy
lejano, a la implementación segura que sirva de ejemplo a muchos otros países
con altas tazas de partículas nocivas en el ambiente.
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